El transporte en vehículo privado se ha convertido en uno de los costes más importantes para las economías familiares, pero siguiendo una serie de consejos se puede ahorrar mucho.
En las ciudades, donde se producen desplazamientos al trabajo o el centro escolar, el coche se ha convertido en un elemento imprescindible de la economía familiar. Esto supone un gasto añadido en hogares en los que muchas veces, además, hace falta un segundo turismo para cubrir las necesidades de los diferentes miembros de la familia. Sin embargo, aplicando una serie de sencillas técnicas, podemos llegar a ahorrar hasta un 25 % en el consumo de nuestro vehículo.
La clave está en llevar a cabo una conducción eficiente. Si antiguamente tanto particulares como empresas solicitaban cursos de seguridad vial, ahora hay una creciente demanda de formación enfocada a la conducción eficiente. Según la Dirección General de Tráfico, se calcula que un conductor podría economizar entre el 10 y el 25 % en la factura de combustible empleando una manera correcta de manejar su vehículo.
A continuación señalamos una serie de consejos para obtener los mejores resultados y disminuir el consumo, tanto energético como de combustible, durante la conducción.
Neumáticos: Es muy importante que los neumáticos lleven la presión adecuada, para ello es aconsejable llevar a cabo una comprobación mensual. Si la presión del neumático es superior el coche perderá adherencia a la carretera y se producirá un desgaste irregular. En caso de que sea inferior aumentará el rozamiento sobre el asfalto y consecuentemente el consumo de combustible. Los mecánicos recomiendan seguir siempre las indicaciones del fabricante.
En caso de que estemos a punto de cambiar las ruedas, una opción muy interesante es optar por la compra de neumáticos eficientes. Este tipo de cubiertas ruedan con mayor fluidez, reduciendo al mínimo las pérdidas de energía por la fricción y el calor. Los neumáticos pueden suponer hasta una quinta parte del consumo de combustible del vehículo, por lo que una buena elección y un buen mantenimiento pueden marcar la diferencia.
Mantenimiento: Mantener limpio el aceite y filtro del aire mejora el rendimiento del motor y hace que la combustión sea más eficiente. Además de esto, si el vehículo es de gasolina, las bujías no deben acumular residuos y el electrodo debe encontrarse en buen estado. Para ello, es importante contar con un proveedor de recambios de confianza, como rexbo.es, que además de trabajar con las principales marcas, ofrece todo tipo de piezas a precios muy económicos.
Una vez todo está a punto, lo más recomendable es utilizar combustibles de calidad superior. Aunque su precio es más elevado, permiten recorrer un mayor número de kilómetros y aseguran la longevidad del motor, lo que a la larga compensa la inversión.
Tecnología: Los nuevos modelos de automóvil incluyen ya una serie de accesorios y elementos técnicos que contribuyen al ahorro de energía sin renunciar a las prestaciones o el confort. Uno de los avances más revolucionarios ha sido el sistema Start-Stop, lanzado por la compañía Robert Bosch, que, a través de sensores, apaga el motor cuando se detiene el vehículo y lo vuelve a arrancar en cuanto es necesario. De hecho la compañía ya está trabajando en una nueva generación con «navegación a vela», en la que este sistema desconecta el motor para que el coche se deje llevar por la inercia a altas velocidades, permitiendo de este modo un mayor ahorro de combustible.
Accesorios: El uso moderado de los accesorios del automóvil es esencial para el ahorro. El aire acondicionado, por ejemplo, puede elevar el consumo hasta medio litro cada 100 kilómetros. Esto se debe a que el motor tiene que mover el compresor de aire acondicionado y este elemento no gira con facilidad. En la actualidad han surgido modelos en los que el compresor del aire está desacoplado del motor y funciona con la electricidad que el propio coche produce, pero todavía son una minoría en el mercado.
Un aspecto importante es el del peso, cuanto más peso soporta el vehículo, más consume. Para los desplazamientos diarios no conviene convertir el maletero es una especie de trastero, repleto de cosas innecesarias. Para hacernos una idea, por cada 35 o 40 kilos extra incrementamos el consumo de nuestro vehículo en unos 0,10 litros. También debemos comprobar las bacas y cofres que se fijan en el techo puesto que empeoran la aerodinámica del coche, y, al mismo tiempo, aumentan el peso del mismo.
Sin duda todos sabemos que el coche que menos consume es el que está en el garaje. Por ello es importante tener en cuenta, además de estos consejos, un uso responsable del automóvil. No debemos utilizarlo para desplazamientos cortos que podemos realizar cómodamente a pie, con trasnporte colectivo, ni tampoco de forma individual cuando tenemos la oportunidad de compartir el trayecto con otros viajeros (compañeros de la oficina o vecinos). El transporte público o el que ponen a disposición ciertas empresas y colegios resulta también muy interesante tanto por el ahorro económico como por los beneficios que reporta al medio ambiente.
Fuente: elsemanaldigital.com